Todo apunta a que en las próximas elecciones el PP local de Ciudad Real quiere cambiar de cabeza de lista y pasar el relevo para la lucha por la alcaldía a un nuevo candidato, aunque ya veremos, porque por los movimientos realizados es posible que se trate de una candidata. El nombramiento de Paco Cañizares como portavoz del partido para la Región le aleja, sin duda alguna, del Ayuntamiento de la capital.
Es difícil poder atender la portavocía del Ayuntamiento y ejercer el liderazgo que obliga ser el jefe de la oposición, el cargo de senador en Madrid y el de portavoz regional del PP. Ni con el don de la ubicuidad podrá atender adecuadamente los tres puestos y hacerlo con rigor. Anda, que no tiene personas y afiliados el PP en la provincia como para que tenga que concentrar en la misma persona tres cargos de esa naturaleza e importancia. El nuevo presidente provincial del PP y alcalde de Bolaños sabe mejor que nadie que para ser un buen alcalde tienes que dedicarte a ello en cuerpo y alma y tener a tu pueblo en la cabeza.Cuando dimitió de portavoz en la Diputación Provincial y se fue de Senador ya apuntaba maneras de que su meta no era Ciudad Real.
Paco Cañizares tiene la cabeza en otro sitio, le gustan las cortes regionales, lo dice el mismo cuando le preguntan, y debe recordar con nostalgia su etapa de portavoz regional con Dolores de Cospedal. Que poco duran las promesas de los políticos y que corta es la memoria de los electores que siempre olvidan lo que se les promete. O, mejor dicho, de que poco sirven las palabras de un político frente a las decisiones de un aparato de partido. Y, como los políticos cambian su discurso en función del puesto que les designa el líder del partido.
Es lo que tiene cuando te dedicas a la política de forma profesional, uno tiene que atar el caballo donde dice el amo, donde dice el que tiene el poder de incluirte en una de las listas electorales con posibilidad de salir elegido. Incluso los buenos profesionales se oxidan en su campo y cuando llevan muchos años en política ya no quieren volver y se aferran a cualquier cargo del partido. Ahí se encuentra parte de la lealtad política que se proclama por muchos afiliados con deseos de hacer carrera política y no en el liderazgo de un proyecto común.
El actual equipo municipal del PP se queda descabezado por mucho que digan los concejales de que es asumible la ausencia de Paco Cañizares y que las responsabilidades municipales están distribuidas por áreas. Ahora viene una etapa de incertidumbre entre ellos, de saber si repetirán en las listas con el nuevo candidato, de saber si alguno de ellos puede aspirar a liderar la lista. Algunos tienen trayectorias profesionales y académicas fantásticas. Igualmente se abre una etapa de posicionamiento interno dentro del partido para buscar los apoyos necesarios para la nueva candidata. Y mientras tanto lo que suceda en Ciudad Real pasa a ser secundario. Ahora la vicesecretaria del PP para la capital que dirige la concejala Rosario Roncero se dedicara a otros menesteres distintos, seguramente necesarios, pero distintos a los de elaborar y definir el proyecto de ciudad que había manifestado estar realizando con los afiliados de la ciudad. Que pocas diferencias hay entre los partidos políticos.
Todo se reduce a lo mismo. Que necesaria es una reforma de la ley electoral para frenar la desafección política de los partidos y evitar el voto de los partidos populistas. La ciudad tendrá cambio de alcaldesa en los próximos meses. Una alcaldesa que tendrá las dudas de si sobrevive su partido a lo que está sucediendo en esta semana y que hará ella. Una alcaldesa saliente que se va a la oposición, pero liberada para seguir profesionalmente en la política y un cambio de líder de la oposición en la mitad de la legislatura. ¿Alguien piensa realmente en Ciudad Real y en las necesidades de la ciudad?