La fragmentación del voto en los partidos de la derecha, en la provincia, supuso para el PP la pérdida de la mayoría de diputados que hasta el 26M había obtenido siempre que superaba al PSOE en votos. El bloque de la derecha gano claramente a la izquierda en las últimas elecciones, pero el PP cedió un diputado a Ciudadanos y otro a VOX, resultando aparentemente como ganador en la provincia el PSOE, que no el bloque de la izquierda. Unas nuevas elecciones generales al parlamento el 10N pueden arrojar nuevos datos en la provincia muy distintos. Una subida clara del PP, en una llamada al voto útil, podría quitar un diputado a Ciudadanos o a VOX, o incluso a los dos y recuperar el liderazgo en la provincia con un TRES a DOS que es el resultado que hubiese obtenido sin la fragmentación del voto.
La duda comienza a surgir para las próximas elecciones el 10N del lado de CS y en si se mantendrán los mismos resultados en el bloque de la derecha puesto que parece claro que el PSOE, según las encuestas, puede mantener un porcentaje de voto similar que le otorgaría los dos diputados actuales, incluso podría aspirar a un tercer diputado sin necesidad de recuperar votantes de podemos, todo ello dependiendo de cómo se comporten Ciudadanos y VOX en la provincia.
Del comportamiento de los votantes de ciudadanos esta incluso en juego el diputado de VOX por la provincia de Ciudad Real. Si los votantes de ciudadanos no mantienen su fidelidad y se abstienen o cambian su voto hacia el PSOE o PP, dependiendo de cómo estén de enfadados con los pactos de esta región y provincia, y con lo sucedido a nivel nacional, el resultado puede ser diferente incluso para VOX. En la provincia solo un puñado de votos sostiene a los diputados actualmente electos de Ciudadanos y de VOX. Si desplazan votantes de ciudadanos al PSOE porque ven natural, en ambos partidos, la alianza que existe en esta región el PSOE puede llegar a disputar claramente a VOX el tercer diputado en discordia. Basta recordar que el PSOE se queda solo a seis mil votos de obtener el tercer diputado de la provincia, en las últimas elecciones, arrebatándoselo a VOX.
Si por el contrario los votantes de Cs no ven bien el pacto con el PSOE en la región y deciden otorgar su confianza al PP este podría obtener de inmediato el segundo diputado también a costa de VOX, porque en las últimas elecciones se quedó solo a cinco mil quinientos votos de VOX para tener un segundo diputado. Si el partido de la ultraderecha no mantiene el mismo porcentaje de voto de las últimas elecciones, lo cual es muy difícil según todas las encuestas, es muy probable que su diputado se decante por uno de los dos grandes partidos dependiendo de cómo se comporte el electorado de CS. La provincia tiene muchas posibilidades de quedar en dos PSOE, dos PP, y uno Cs.
Esta mas cerca el PP del segundo diputado que el PSOE del tercero, en ambos casos perdiéndolo VOX, no obstante, tampoco está exento de riesgo CS de perder en esta provincia su primer diputado y que se caiga del lado de uno de los dos partidos mayoritarios volviéndose al bipartidismo clásico que hemos tenido desde las primeras elecciones del año 77. Aunque no parece que pudiera ser a favor del PSOE que para ello debería de crecer porcentualmente a consta de Podemos.
Eso sí, que CS no se confié en absoluto porque incluso una abstención de votantes del PSOE, consecuencia de querer castigar la no formación de gobierno en estos últimos cinco meses, también puede poner en riesgo el diputado de Cs a favor del PP sin que se resienta lo más mínimo el segundo diputado del PSOE de la provincia. En fin, en estas elecciones, la victoria se volverá a medir por bloques, los resultados de la provincia son insignificantes a nivel estatal, pero quien se juega su prestigio y solvencia es Cs. Veremos si se respaldan los pactos de los despachos o le pasan la factura en Ciudad Real.