Al oír hablar de la plaza de toros de Ciudad Real el primer pensamiento que se viene a la cabeza es el del barrio, normal por haber vivido en el mismo muchos años, pero resulta que en el plano municipal cuando se habla de la plaza de toros de Ciudad Real siempre está referido al coso taurino. Condiciona Ganemos los apoyos al presupuesto municipal de 2018 en el cierre de la plaza, entiendo que, para la celebración de espectáculos taurinos, que no para otros usos, aunque por sus condiciones de seguridad también queda muy limitada para la celebración de otro tipo de actos públicos, y no le falta razón a Ganemos en esa reivindicación porque forma parte de sus promesas electorales y de su discurso político. Vaya por delante de todo la coherencia y la defensa de aquello que se ha prometido a los electores, si todos fuesen y tuviesen esos principios en su ADN no habríamos llegado al actual grado de desafección política por parte de los ciudadanos. Corresponde a ambos grupos políticos ponderar su apoyo o rechazo a la propuesta del cierre para sacar adelante el presupuesto municipal o estar todo 2018, año previo electoralmente hablando, con un presupuesto prorrogado porque más parece que la discusión del cierre de la plaza de toros y su apoyo a los presupuestos sea una campaña dirigida para obtener notoriedad y fidelizar a determinados grupos de votantes antes que una propuesta política de calado en la ciudad.
Es posible que ambos grupos políticos tengan las mismas razones, igual de validas, para una u otra opción, pero: ¿a ninguno de los dos se le ha ocurrido pensar en la situación del barrio como ese lugar donde viven los vecinos? Un barrio donde más de 250 familias tienen una vivienda familiar que no reúne los mínimos estándares de habitabilidad. En condiciones normales cualquiera de los dos grupos políticos, PSOE y Ganemos, que son quienes tienen en discusión el cierre de la plaza de toros, deberían de pensar primero en las personas y proponer una solución para la demolición del Barrio y construcción de uno nuevo. Ya comenté hace unos meses que el barrio tiene unas condiciones especiales, por el suelo ocupado y el número de viviendas que lo componen, para poder realizar una colaboración pública privada que permita la construcción de nuevas viviendas para los actuales propietarios y al mismo tiempo liberar suelo suficiente, en el centro de la ciudad, para financiar su construcción.
El barrio de la plaza de toros requiere de un plan especial de acción que permita obtener la propiedad de las viviendas actuales, a cambio de una nueva vivienda, demoler el mismo y poner el suelo obtenido en el mercado. Con esa simple operación se obtienen fondos necesarios para la construcción de las nuevas 250 viviendas y se pueden hacer las zonas verdes que plantea el grupo de gobierno e incluso un buen aparcamiento subterráneo.
En una ciudad con un presupuesto de casi setenta millones de euros sorprende la falta de ambición en las propuestas y enmienda a los presupuestos municipales por parte de los grupos políticos y no me referiré a las propuestas del PP porque después de ser quienes han estado en el gobierno municipal los últimos veinte años no gozan de la credibilidad suficiente, salvo que estén más motivadas, me refiero a las propuestas de un equipo de gobierno municipal de PSOE, obligado a tener que mejorar sus actuales resultados porque de lo contrario perderá el gobierno, y a las enmiendas del grupo que le sostiene políticamente, Ganemos.
Si nos fijamos en las reivindicaciones de Ganemos para no querer sentarse a la mesa y negociar los presupuestos de 2018, manifestando que no se han cumplido las que presento en 2017, nos encontramos con propuestas que representan escasamente unas décimas del presupuesto, que son nimiedades políticas para la ciudad por su cuantía económica claro y no por su interés, que lo tienen, pero es que algunas de ellas son cuestiones puramente domesticas e internas como el vestuario de determinado departamento municipal.
No parece que la insistencia en mantener a la ciudad, sin presupuestos a un año de las elecciones, teniendo como premisas esas cuestiones tenga que ver ni siquiera con la fidelización de determinados grupos de votantes sino con asegurar y conservar los votos en el interior de la agrupación para que puedan mantenerse sus representantes actuales. O la ciudad tiene propuestas de calado también por quienes sostienen el gobierno municipal o ambos perderán, PSOE y Ganemos, las opciones de gobernar en la próxima legislatura municipal.
