Plácidamente y sin agobios. Ese es el resultado de los primeros cien días del alcalde Francisco Cañizares. Tenía más sobresaltos en la oposición que ahora gobernando. La coalición con Vox fue noticia la primera semana. Las prisas y las ganas de negociación dieron paso a un escueto programa de gobierno, después, la calma ha sido la tónica general. Cañizares ha sabido contemporizar la pretensión mediática de Vox en los asuntos más espinosos que se prestaban a debate político sobre las ideas feministas, violencia de género, medio ambiente, etc., haciendo gala de serenidad y mesura, como lo hizo en su discurso de investidura donde estaban perfectamente medidas sus palabras. Pues eso, que los primeros cien días solo sirven para saber si habrá tensión o no, y no parece, excepto los ajustes internos de la coalición, que la legislatura pueda tener sobresaltos. Se ha echado en falta la primera reunión formal con el jefe de Gobierno de la región si esto puede ser un síntoma de como transcurrirá la legislatura.
Realmente la tensión de un alcalde, si no obtiene la mayoría absoluta, se produce en la semana previa al pleno de investidura, después, las normas otorgan tal poder de dirección que podría dirigir el ayuntamiento sin necesidad de los ediles. Es más, en muchas ocasiones los concejales son una carga de trabajo adicional que hay que controlar y con quienes hay que estar aplicando una permanente pedagogía, aun perteneciendo todos al mismo partido político. Cuando, además, se trata de una coalición, a la pedagogía hay que aplicar una tremenda dosis de paciencia. Los primeros días han transcurridos con tanta calma entre las fiestas y el verano que no da nada más que para unas notas de sociedad. El PP ha iniciado su programa de reuniones con alcaldes de pueblos limítrofes, vecinos, con los concejales de barrio y en próximos días con el Avant.
Por parte del PSOE, los primeros cien días han pasado con dos escaramuzas mediáticas reivindicando la paternidad de proyectos que no se realizaron en la legislatura anterior y un par de notas de prensa, aun sin saber quién ocupara definitivamente la portavocía y dirección del grupo municipal. En lo que respecta a Ciudadanos, se encuentra ausente, desaparecido políticamente, y eso que su concejala está presente en todos los actos municipales. Cañizares tendrá dos adjuntos a las fotos, Chamorro, que está presente como representante de la coalición en todos los saraos, algo ya anunciado, y Eva María Masías que intenta colarse por las esquinas, eso sí, muy apropiada para cada ocasión.
Los siguientes cien días, que es el periodo de aquí a finales de diciembre, también serán plácidos por el modelo presidencialista, no obstante, someterán al alcalde a la prueba de confeccionar los primeros presupuestos de su mandato donde realmente tendrá que demostrar cuáles son las prioridades. En el primer pleno de aprobación de presupuestos para 2024 es donde se verán las acciones políticas del PP. La ciudad necesita de inmediato y urgentemente un plan general de mantenimiento y una planificación de asfaltado en la mayoría de sus calles, que es lo más apreciado por los ciudadanos. La limpieza no luce por el estado de desaliño que presentan muchas de ellas. Han sido muchos años de ausencia de betún y alquitrán. Pero, también necesita de un capítulo primero de personal que afronte la situación de envejecimiento de la plantilla municipal y la reorganización de los cientos de funcionarios que conforman el aparato de gestión, sin olvidar el plan de inversiones municipales en temas de calado y de infraestructuras. Eso sí, no confundir mantenimiento con inversiones.
Las relaciones con otras administraciones serán la medida de capacidad de negociación del alcalde. En Puertollano, siendo también del PP, la Junta ya se ha manifestado. Los vecinos de Ciudad Real siempre han mirado con cierta envidia sana, y no por rivalidad vecinal, la capacidad de Puertollano para obtener proyectos de la Junta y Diputación. Una Diputación que jugará un papel imprescindible en los próximos años y donde tienen que entender, desde el Palacio provincial, también, el concepto de capitalidad que ha llevado en su programa electoral Paco Cañizares. La capital tiene que ser la punta de lanza en muchos proyectos provinciales. Ciudad Real tiene que aportar valor añadido a los pueblos de la provincia y de esa forma se reducirá la larga distancia entre muchos de sus pueblos y la propia capital. El turismo y la puerta de entrada a la provincia puede ser uno de esos elementos aglutinadores, entre otros muchos.
El Plan de Modernización 2025 no es suficiente para definir un modelo de ciudad. Unas inversiones principalmente centradas en la recuperación y construcción de dos edificios administrativos no son elementos suficientes para transformar una ciudad obsoleta que se ha bajado en marcha del tren y ha perdido su aeropuerto. Son necesarias nuevas estrategias.
En las distintas áreas de los presupuestos es donde se comenzará a ver la programación del PP y Vox en el modelo de ciudad que quieren, pero también donde se tienen que presentar las alternativas de la oposición, en este caso el PSOE, que necesitará de una renovación de sus ideas como grupo. Incluidos los órganos internos de dirección de la política local.
