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Pandorgas y Pandorgos. Evolucionar o morir. (y II) 07.09.2019

Siguiendo con los pies dentro del mismo jardín y después de la reflexión, días previos a la fiesta del 31 de julio,  sobre si la mujer tiene derecho a acceder a la máxima representación de la  Pandorga  se quedaron en el  tintero   otros aspectos de la fiesta.

La Pandorga  es la apuesta del Ayuntamiento para tener unas fiestas singulares, con una identidad propia, fruto de la cultura y  de las tradiciones  de Ciudad Real, de ahí la perseguida declaración de interés turístico nacional, pero manteniendo al mismo tiempo las ferias y fiestas tradicionales de agosto.

Siendo así parece evidente la necesidad  de revisar algunos aspectos como:  festividades locales, filosofía de la fiesta, programas, actos religiosos, participación  y papel de las asociaciones y hermandades que ligadas a la fiesta organizan y contribuyen a su divulgación, participación  y papel de representación de los pueblos de la provincia,  protocolos civiles y religiosos,  espacios donde se celebran, etc.

No es fácil  digerir organizativamente en el periodo  estival mas caluroso, de 30 de julio a 14 de agosto,  dos fiestas mayores escasamente separadas sin que se solapen una a la otra. Salvo que sean dos fiestas diametralmente opuestas como sucede en Sevilla con la semana Santa y la Feria.  Por tanto el primer aspecto a valorar y decidir es la concepción y filosofía de la fiesta.

No puede configurarse una fiesta popular como la Pandorga donde tenga cabida el reague,  el rock and roll,  los conciertos de patrocinio del pop español de las radios de moda,  o cualquier otro festejo, que no esté ligado a potenciar y reconocer las tradiciones, usos y costumbres culturales, folclóricas, religiosas, gastronómicas, artísticas, etc., que caracterizan a Ciudad Real. Cualquier iniciativa que se incorpore a las fiestas de la Pandorga, por parte de particulares,  grupos, asociaciones, del tipo que sea, tengan  o no relación directa con las fiestas, tendrán que estar vinculadas  a las tradiciones y costumbres  de la ciudad,  y como no de la cultura manchega en general. Cualquier acto que no esté enmarcado dentro de estos parámetros  no deberán de gozar  de presencia en los programas oficiales, ni del espacio público y menos aun del patrocinio municipal. 

Para hacer de la Pandorga una fiesta de interés turístico nacional y convertirla en el eje central de las fiestas locales será necesario reflexionar e introducir algunos cambios en la configuración actual. Se tiene que dejar de hacer “catetadas” y  debe de  pasarse a ensalzar tradiciones. Se tienen que dejar a un lado las ocurrencias de boina y garrote, del Pandorgo de turno, para organizar actos que permitan una participación ciudadana popular. Cualquier acto que se incorpore a la fiesta de la Pandorga  tiene que  estar basado en las tradiciones  y costumbres heredadas y  trasmitidas de generación en generación  por los mayores, y además tienen que estar rigurosa y perfectamente documentados aunque se hayan trasmitido oralmente. Es decir la Pandorga y la fiesta también tienen que llegar, durante todo el año,  de la mano de la universidad y de institutos dedicados a la  investigación,  estudio y   difusión de la cultura  y costumbres de Ciudad Real y de la Mancha. 

Será necesario revisar algunas decisiones que chocarán con otras tradiciones también de carácter cultural o religioso tales como los festivos locales. Habrá que consensuar y decidir si  la Pandorga tiene entidad para trasladar a alguna de las actuales fiestas locales, Alarcos  o la Octava de la Virgen,  ambas con connotaciones religiosas. Igualmente será necesario diferenciar actos como el concurso de zurra y la fiesta del vino. Potenciar la proclamación y el puñado como día de extensión a toda la provincia y región desde la capitalidad que ostenta Ciudad Real. El traje manchego merece un día especial dentro de la fiesta que vaya mucho más allá del pañuelo de hierbas, y habrá que hacerlo haciendo partícipes a los más jóvenes. Habrá que distinguir las verbenas y bailes populares tradicionales de los botellones. Sera necesario encontrar nuevos espacios para la zurra. En fin, la fiesta de la Pandorga merece de una reflexión  por parte de todos para convertirla en la fiesta central de la ciudad y conseguir resultados  que vayan más allá de la mera declaración de interés turístico.

Una mirada critica de Ciudad Real. Apasionado y vehemente por mejorar esta ciudad. Puedes contactar conmigo y te respondere

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