No es lo mismo la falta de colaboración que la falta de coordinación. La falta de colaboración se hubiese dado en el caso de que el Ministerio de Fomento rechace cualquier proyecto que impida o dificulte el establecimiento de un paso de peatones y de bicicletas sobre la autovía A43 entre ambas poblaciones. Por el contrario la falta de coordinación se produce cuando ambas administraciones teniendo el mismo objetivo, realizar el paso sobre la autovía, no se ponen de acuerdo en el tipo de paso o proyecto a realizar.
Aunque el resultado final, tres años después del inicio de esta legislatura, ha sido el mismo y el paso de peatones no se ha realizado.
NO es comprensible que un proyecto de ingeniería de este tipo, que afecta a dos municipios y a la permeabilidad peatonal y ciclo-turista entre las dos poblaciones, sea presentado al Ministerio con la incertidumbre de si será aprobado por el funcionario de turno y dependiendo solo de su criterio subjetivo. Es posible que la norma técnica para definir el paso de peatones con total seguridad para viandantes y ciclistas no exista, con lo cual el redactor del proyecto de construcción pueda tener alguna duda en la solución adoptada. Pero de lo que no hay duda es de que ese redactor del proyecto, o quizás mejor el técnico municipal responsable del mismo, podía haberse cogido los planos previamente y haberse dirigido o solicitado una reunión de coordinación con el técnico homologo del ministerio para presentar la propuesta. Lo normal es que de esa reunión hubiese salido la solución definitiva.
Este proyecto de construcción, reivindicado desde hace años, cuenta con un alto grado de participación ciudadana. En aras a esa participación y demanda ciudadana el proyecto elaborado se dio a conocer a los vecinos de ambas poblaciones y se voto en asamblea abierta digital antes de su presentación al propio Ministerio, dueño y responsable de la autovía. La solución llevada fue la aprobada por los vecinos y ha sido realizada por un arquitecto externo a los dos ayuntamientos con el resultado final de la desestimación.
Se ha gastado tiempo y dinero, las dos cosas más valiosas en la actualidad, además de haber fracasado en lo prometido a los ciudadanos y haberles creado una expectativa falsa y todo por la falta de coordinación.
Quizás se podía haber planteado en las elecciones que se realizaría un concurso e ideas y todo el mundo hubiese entendido a la perfección de que se estaba hablando. En este caso ambos ayuntamientos son igual de responsables del resultado final a día de la fecha.
La participación ciudadana no puede primar sobre la coordinación técnica, ni al revés, la solución técnica estar en contra del criterio de los ciudadanos. La participación ciudadana hubiese sido la correcta cuando los distintos proyectos técnicos, que fuesen viables, se hubiesen presentado a los ciudadanos y su decisión resultase vinculante. Lo que se ha realizado ha sido un paripé de participación con el ánimo de enfrentar a ambas administraciones y poner sobre el tejado de la otra la responsabilidad de porque no se construye el paso de peatones en esta legislatura.
Una vez más en Ciudad Real estamos ante un caso donde los intereses de los grupos políticos están por delante de los intereses de los ciudadanos.
Igual que en otras ocasiones la gestión política, movilizando plataformas y ciudadanos, con una fuerte comunicación mediática solo ha servido para entorpecer y retrasar una promesa electoral, pero dando patadas en culo ajeno. NO se puede uno subir al carro de una reivindicación vecinal en épocas preelectorales y después frustrar las expectativas de los vecinos con culpas a terceros.
Un proyecto técnico y su solución definitiva no pueden estar tres años pendientes. Eso es falta de coordinación. El objetivo primero no ha sido la construcción de la pasarela. Existe una clara diferencia entre la dirección política, donde está incluida la participación ciudadana, y la dirección técnica de los servicios municipales, donde se tienen que elaborar los proyectos e informes para las decisiones políticas. El alcalde y concejales de un municipio deben de saber gestionar ambas y evitar las interferencias. Parece obvio que un equipo de gobierno debe definir los objetivos y marcar las prioridades, en cualquiera los departamentos municipales, pero no debe de ejercer el político como si fuese un director técnico. Sería un gravísimo error. Aunque este liberado.