Partiendo de la necesidad urgente e imperiosa de conectar ambas localidades mediante un espacio para peatones y ciclistas al margen de la actual conexión por la CM4174 que resulta extremadamente peligrosa, lo que no se comprende es conectar Ciudad Real y Miguelturrra por sitios distintos a los proyectados urbanísticamente desde hace décadas.
La nueva conexión ciclo-peatonal propuesta (segun se desprende las imagenes mostradas) y presentada días pasados se construye íntegramente en el término municipal de Ciudad Real y sin embargo se obvia por el proyectista, con el beneplácito de las distintas instituciones presentes, la conexión a la ciudad por la Avda. Parque de Cabañeros que ya está preparada con un carril ciclista y peatonal desde hace más de una década. Se ha proyectado la conexión por el punto más elevado de la autovía para volver a echar a ciclistas y peatones nuevamente a la CM4174 con la continuidad de los peligros que supone convivir con un tráfico rápido y pesado en vez de hacerla desembocar a una vía urbana preparada para ello.
La Avda. Parque de Cabañeros, cortada precisamente a la altura de la autovía en la actualidad, es el punto de conexión natural de ambas poblaciones, pero también es el punto diseñado en el planeamiento de la capital para unirse con Miguelturra. Dispone desde la construcción en su margen izda. con dirección hacia Miguelturra de un carril peatonal y para bicicletas. Es una vía de entrada a la ciudad, diseñada para tal fin, que permitirá el tráfico rodado y peatonal desde la vecina localidad hasta el mismo centro de la ciudad. Si se mira el mapa de la ciudad con la perspectiva y detalle que requieren estas cosas se puede comprobar la continuidad de la avenida hasta llegar y enlazar directamente con las Av. Tablas de Daniel y Av. Lagunas de Ruidera, ya dentro del Peri de Renfe, para desembocar en la Ronda de Granada a la altura de la Puerta de Ciruela.
Resulta incomprensible después de ocho años de espera proyectar una pasarela a espaldas del planeamiento de la ciudad y más cuando es construida íntegramente en terrenos del término municipal de Ciudad Real. Pero, aún resulta más incomprensible, hacer un diseño por un tercero ajeno a ambos términos municipales, que obvia la necesidad de comunicación de ambos planeamientos urbanos. Ahora, y aún mucho más en el futuro.
Es necesario rectificar la propuesta realizada o Ciudad Real pagará el resto de los años las consecuencias de una nefasta gestión en el trazado de la pasarela, siendo posible que en un futuro no lejano tenga que ser demolida por necesidades obvias de una nueva conexión más acorde con la realidad urbana. No se discute, en absoluto, la solución arquitectónica propuesta, aunque también sería distinta, al tener menos necesidad de elevación si se utiliza la conexión con la Av., de Parque de Cabañeros.
Cuando en un futuro la Av. Parque de Cabañeros tenga continuidad y se proyecte el cruce de la autovía para conectar ambas poblaciones la pasarela ciclopeatonal quedará a la altura del viario y no será obstáculo visual molesto. Es más, la conexión por la Av. del Parque de Cabañeros es más económica por tener menos altura y menos metros de longitud.
Las prisas nunca son buenas consejeras y desde hace muchos años el trabajo de diseño y planificación tenía que haber estado realizado, lógicamente pensando en lo mejor para ambos términos municipales. La inminente campaña. ya iniciada por algunos, unas elecciones municipales y regionales no pueden ahora precipitar un proyecto de futuro. La necesidad de licitar el proyecto para tener unas obras iniciadas antes de mayo de 2023 hace llevar el diseño por la parte más cómoda donde no existe expropiación y se utilizan las servidumbres de la propia autovía, pero eso es a espaldas del propio planeamiento urbanístico de la ciudad y con la peor de las soluciones para los ciclistas y peatones. Además de, ofrecer también una mala solución para Miguelturra.