Cuanto ha evolucionado la concejala de participación ciudadana. Hace unos años se presentaba andando en los barrios para hablar con los vecinos y atendía a las asociaciones a pie de obra por decirlo gráficamente. Después, en la mayoría de las ocasiones, no se solucionaba nada porque el concejal del área era un irresponsable y no cumplía con lo hablado en la asamblea porque se le olvidaba el compromiso adquirido en presencia de la concejala de participación y hasta el año próximo que ya no se presentaba. Pero sin embargo la concejala ahí seguía dando la cara. Desde el inicio de la legislatura anterior esta concejala ha respondido a su trabajo sobradamente, aunque, dicho sea de paso, con más ideas que medios para obtener una participación real. Pero todo cambia y ahora la concejala tiene mas medios y llega a los barrios con un pedazo de autobús dotado de internet y con pantallas de proyección para hacer las presentaciones de lo que se está en proyecto para la barriada.
NO me gusta el autobús de la participación y prefiero las asambleas de barrio. El autobús es inútil, innecesario y supone un gasto económico que no reporta nada a los vecinos. Solo sirve para hacer campaña electoral.
La idea se puede vender como se quiera, incluso retorciendo el termino participación hasta encontrar argumentos, pero el autobús sigue siendo algo incensario e inútil en los barrios. Con este autobús más parece que se ha iniciado la precampaña de 2023 de forma anticipada que un ejercicio de participación ciudadana. Prefiero las asambleas de barrios con la presencia de las asociaciones de vecinos y el encuentro cara a cara con los representantes del ayuntamiento. Con el autobús de la participación da la sensación de estar nuevamente en la carrera electoral por la alcaldía de Ciudad Real como si quedase un año para las nuevas elecciones municipales.
Más que un cauce de participación, donde los vecinos puedan exponer sus opiniones, parece un autobús electoral de los utilizados en campaña electoral donde viaja el candidato explicando su programa. No es que la comunicación sea innecesaria, es más, todo lo contrario, la comunicación es imprescindible para la participación ciudadana, sin información no puede haber opinión, lo que me parece infumable es que se quede solo en una comunicación política simulando un falso ejercicio de participación ciudadana. Explicar proyectos que llevan en cartera más de cuatro años, pero no se materializan no es ningún cauce de participación. Aunque se pidan sugerencias a los vecinos.
El año pasado quedaron barrios sin la asamblea vecinal prometida donde la alcaldesa no apareció y mucho me temo que este año con el autobús sucederá en mayor medida. Cuando se haga balance de la participación el autobús arrojara cifras de participación mayores que las de años precedentes, pero serán engañosas porque habrá aumentado en número de vecinos que han subido al autobús, pero no habrá aumentado la participación ciudadana.
Es posiblemente que estemos asistiendo a un fenómeno poco habitual en política y ya estemos en la precampaña del 2023. Y es que dos años no son nada y se pasan en un santiamén. Ya estamos en febrero y a la actual alcaldesa solo le quedan quince meses para comenzar a abandonar la alcaldía y que la ocupe su socia en el gobierno municipal, Eva María Messia, consecuencia y fruto del pacto PSOE y Ciudadanos para el gobierno municipal de Ciudad Real y es necesario marcar las diferencias. No solo marcar las diferencias, también hay que marcar el territorio de donde proceden los votos leales y fieles. El autobús parece claramente un ejercicio de comunicación de los proyectos en marcha para asegurarse el copiright o los derechos de autor por si acaso lo finaliza e inaugura otra alcaldesa distinta.
El problema que tiene esta forma de gobierno y este pacto local es que se ha iniciado una carrera de fondo, tres años antes de lo previsto, donde se compite indirecta y subliminalmente con el propio socio de gobierno queriendo asegurar la incitativa para restar protagonismo llegado el momento. Sin embargo, los proyectos de enjundia de la ciudad, esos que marcan la diferencia, siguen sin aflorar y sin que nadie se ocupe de ellos. La ciudad sigue sin crecer desde hace más de cinco años y está estancada. Sigue estando desaliñada, sucia y con problemas de urbanismo que se eternizan, el comercio local muerto y el paro en aumento. Sin embargo, ya estamos en precampaña.