Que distinto seria si tuviésemos jóvenes expatriados profesionalmente en vez de tener inmigrantes con programas de retorno. La diferencia entre un expatriado y un inmigrante es la existencia de empresas en nuestra ciudad. El inmigrante suele ser un parado necesitado de encontrar trabajo que abandona su entorno familiar voluntariamente para encontrar la salida profesional en otra parte del mundo. El expatriado es el profesional que envía la empresa al exterior para trabajar fuera durante un periodo
La vuelta a Ciudad Real esta semana de cuarenta y cuatro jóvenes que se marcharon fuera de España es una estupenda noticia. Que regresen jóvenes emigrados y encuentren un trabajo en Ciudad Real es aun mucho mayor. El programa de retorno, pionero de la JJ.CC de Castilla la mancha, que además ha sido copiado en otras instancias territoriales para atraer y hacer retornar estos jóvenes es de manual, políticamente impecable. Nada que objetar para que siga creciendo y aun menos a que se aumenten los fondos para mejorar su eficacia entre los jóvenes inmigrantes y las empresas de Ciudad Real y de Castilla la Mancha. No obstante, además de los jóvenes que están en el exterior, fuera de las fronteras españolas también tenemos muchos otros jóvenes de Ciudad Real que por motivos económicos abandonan la ciudad y la provincia para establecerse en otras, sin ir mas lejos en esta semana se conocía el dato de movilidad laboral del año 2018 y arrojaba la cifra 52.380 trabajadores que dejan la provincia de Ciudad Real porque han encontrado trabajo en otra.
El empleo es la mayor preocupación de los ciudadanos y tiene que ser la mayor ocupación de los políticos. Si la provincia no es capaz de atraer empresas, o de que se creen, de atraer inversión, pública o privada, y que creen puestos de trabajo, no servirán de nada los múltiples programas establecidos por las distintas administraciones, ni los de retorno del talento de la JJ.CC, ni los de ayudas a los emprendedores en medios rurales para evitar la despoblación, de la Diputación Provincial, ni las becas y cursos del Impefe del Ayuntamiento de Ciudad Real. Nada servirá porque todos estos programas son coyunturales, son para un momento concreto, en muchas ocasiones de carácter electoralista y tienen fecha de caducidad, si no hacemos algo más seguiremos despoblándonos y vaciándonos.
La provincia de Ciudad Real cuenta con infraestructuras suficientes para poder destacar y atraer empresas. Tiene una línea de alta velocidad, ave, que la conecta con las mayores capitales y centros de consumo de España; tiene un aeropuerto capaz de ofrecer conexiones internacionales para abrir una ventana al mundo y poder entrar a Europa por Ciudad real; Tiene autovías; Tiene un buen sistema educativo y una universidad que ofrece formación necesaria y especializada a todos los jóvenes; Tiene infraestructuras sanitarias de primer orden; Goza de paz social y política; Ofrece ayudas a la inversión; Tenemos capacidad de ofrecer suelo; Medioambientalmente no representamos dificultad; La vivienda residencial es cómoda y accesible económicamente, etc, pero sin embargo no somos capaces de atraer la inversión. Todo lo que viene a la Región acaba en el corredor del Henares o el corredor de Toledo Madrid.
Hay que seguir reivindicando que las infraestructuras se completen, pero no pensemos que con ello llegaran las inversiones y el empleo. Nos estaremos haciendo trampas y engañándonos unos a otros. A Ciudad Real lo que le falta, de una puñetera vez, es una estrategia adecuada para posicionarnos en los mercados nacionales e internacionales como una alternativa real y eficaz. Ciudad Real puede ofrecer mejores condiciones a las empresas y a sus trabajadores de lo que ofrecen muchas poblaciones a 50 Km de Madrid capital. Si no somos capaces de tener nuestra propia estrategia, (en una empresa se llamaría Plan de Marketing y Ventas) que cuente con la participación colectiva, esfuerzo e inversión necesaria, hagamos por lo menos una estrategia para posicionarnos dentro de nuestra propia región como alternativa a esos corredores. Hay que dejar de ser mediocres y provincianos conformándose con mantener el puesto y pelear por la provincia. Eso es lo que exigen los ciudadanos.
