Lamentar la paralización de las obras del nuevo Teatro Auditórium hace siete años es incensario a estas alturas, si hubiese existido responsabilidad por parte de cualquiera de los intervinientes en los procesos de diseño, adjudicación y construcción ya debería estar comunicado. El actual equipo de gobierno ha tenido tiempo de análisis y estudio de los expedientes y si no existe irregularidad ahora toca resolver los problemas.
Se podrá criticar y reprochar políticamente a los gestores municipales del PP anteriores, Gil Ortega en su diseño y adjudicación, y a Rosa Romero en su paralización, aunque parece una decisión esta ultima acertada y prudente para evitar una sangría económica en los momentos mas altos de la crisis, pero eso por sí solo no resuelve el problema de tener un auditórium a medio construir y de privar a la ciudad de un espacio cultural adecuado manteniendo una obra a medias que se deteriora por días. Es el momento de encontrar las fórmulas de gestión adecuadas para terminar de construirlo y ponerlo en funcionamiento. Resolver este problema, por parte de los actuales gestores será un existo político que los ciudadanos sabrán valorar notablemente en próximas elecciones.
Gestionar el presupuesto municipal no es solo impedir que se incurra en déficit por parte del resto de concejalías, eso se da por hecho en cada concejal responsable. Gestionar el presupuesto municipal y el área económica del Ayuntamiento también es buscar los recursos para solucionar los problemas de la ciudad. El presupuesto es la herramienta que permite definir la política municipal y ya llevamos tres presupuestos municipales elaborados por el actual equipo de gobierno y no parece que se encuentre solución a los eternos problemas que arrastra la ciudad, aunque bien es cierto que resolver el Pabellón Ferial, uno de esos “eternos problemas”, ha sido un verdadero acierto por la Diputación.
NO siempre hay que subir los impuestos para conseguir recursos, ni endeudar más el Ayuntamiento para resolver los asuntos enconados, es necesario tener primero la voluntad y después las ideas y la imaginación necesaria para buscar las soluciones. En el caso del auditórium municipal, después de siete años parada la obra, se hace imprescindible explorar fórmulas que permitan terminar su construcción y posterior explotación. Desde luego eso antes que continuar en la situación de paralización y abandono actual.
Los anteriores equipos de gobierno del PP se equivocaron al construir un espacio cultural con el cien por cien de fondos propios y ahora corresponde al actual equipo resolver el problema dejando de mirar hacia atrás porque de lo contrario la ciudad seguirá sin Auditórium.
Dos son las formulas posibles para terminar de construir el Auditórium sin restar capacidad económica al ayuntamiento: La primera la creación de una fundación cultural a quien ceder el actual activo en las condiciones que esta y que sea esa fundación quien se ocupe, con sus patronos y con sus mecenas, de terminar de construirlo y explotarlo, independientemente de que después de construido lo explote de forma directa o en régimen de concesión.
Esta primera formula requiere de buscar los patronos, públicos y privados, para terminar de construirlo e incorporarlo al patrimonio cultural de Ciudad Real. La fundación también puede buscar mecenas entre las entidades provinciales y locales que participen de la vida economía de la ciudad.
La segunda fórmula consiste en realizar un concurso público de concesión de la instalación, en las condiciones actuales de construcción, por un periodo de larga duración, donde el adjudicatario realice la inversión necesaria para terminar de construirlo y poder explotarlo por ese periodo de concesión. Esta última fórmula de concurso de concesión puede llevar aparejada una aportación municipal anual, por la utilización de las instalaciones, algo que puede hacer aún más atractivo el concurso para que se presenten las empresas privadas que son gestoras de muchos de los actúales espacios municipales destinados a teatros y auditórium en España. Igualmente permitir que en el espacio objeto del concurso se puedan albergar otras actividades como restauración, exposiciones, etc. puede favorecer el interés de empresas para optar a la infraestructura. En cualquier caso, esto es solo dos ejemplos a explorar para resolver la situación, seguro que existen más formulas. Mejor esto que mantener la situación de abandono y olvido que actualmente tiene el auditórium.