Que unos ciudadanos tengan que recurrir al Defensor del Pueblo en demanda de amparo porque su ayuntamiento no les atiende, ni se reúne con ellos la Alcaldesa, ni cumple el equipo de gobierno con los acuerdos del pleno municipal, ni ejecuta las medidas aprobadas por la mayoría de los representantes municipales, incluso en algunos casos por unanimidad, no es algo habitual y se escapa de toda lógica política. Por ello merece una reflexión al respecto. Pero la reflexión no es porque han recurrido a la mediación del Defensor del Pueblo los vecinos, que además de ser un derecho constitucional, que les asiste, es comprensible a la vista de los repetidos incumplimientos. La reflexión viene al hilo de que siendo conocedor de ello el Ayuntamiento y sus representantes políticos no han convocado una reunión, directamente, para abordar y dar las explicaciones pertinentes a esos mismos vecinos que, en amparo colectivo, han recurrido al Defensor del Pueblo. Es lo mínimo que se merecen, una explicación coherente y razonada de porque están mezcladas tres actuaciones urbanísticas y ninguna de ellas está completa.
No se puede vulnerar los derechos de unos ciudadanos, por pocos votos que representen, y no se les puede mentir permanentemente en base a estudios técnicos y proyectos que nunca se abordan ni se realizan. Es más, las explicaciones de los incumplimientos de los acuerdos municipales, resultan aun mucho más necesarias cuando los propios vecinos están dispuestos a llegar hasta los tribunales civiles exigiendo responsabilidad patrimonial.
Más de un año de petición de cita para entrevistarse con la alcaldesa de Ciudad Real y no han tenido éxito. Más de un año esperando una reunión para abordar los problemas de su barrio y ni siquiera han sido convocados a las asambleas vecinales celebradas durante los últimos meses de 2018. Existe la sensación entre los vecinos de que por ser reivindicativos y persistentes, en que se mejoren las deficiencias de su barrio, están siendo castigados por el equipo de gobierno actual.
El ayuntamiento actual de Ciudad Real aposto por una política de puertas abiertas y de contacto directo con los vecinos mediante asambleas en cada uno de los barrios y así lo hizo en el año 2017. La concejala de participación, la Sra. Sara Martinez, que ha trabajado y creído en ello, desde el inicio, como lo demuestran la soledad de muchas de sus visitas a los barrios, el concejal de urbanismo, el concejal de hacienda, el de seguridad y movilidad, etc., junto con otros compañeros de Corporación se pasearon recogiendo las demandas y sugerencias de los vecinos.
La iniciativa de 2017 hacía presagiar una excelente colaboración y sintonía vecinal con los políticos. Dar la cara con tus vecinos es la mejor política. Era el ecuador de la legislatura, y aunque tarde y con escasa participación por la falta de costumbre, se inicio una actividad plausible, junto con otras formulas de participación en la elaboración de los presupuestos, que parecía revertir la antigua política basada exclusivamente en la visita al barrio y la foto. Pero poco ha durado la alegría de esta fiesta de participación, base de la democracia municipal. Durante el año 2018 se han dejado de celebrar las asambleas vecinales prometidas, en muchos barrios, aun habiendo sido solicitadas expresamente por los vecinos.
Resulta incomprensible esperar un año para una cita con la Alcaldesa, pero aun es mucho más incomprensible, especialmente por un gobierno de izquierdas, que te excluyan como barrio de las asambleas solo por ser reivindicativo. Pobre mochila para recoger los frutos electorales en un año de elecciones municipales. Convocar las asambleas vecinales, solo en los barrios donde interesa políticamente por haber tenido alguna actuación municipal que poder presentar, y dejar el resto de barrios sin dar la cara y sin la participación vecinal, es como hacerse trampas en el solitario. Un verdadero error político que tendrá graves consecuencias para el partido que gobierna en la actualidad y para sus socios de legislatura. Ya solo quedan 140 días para poder corregir errores y eso es muy poco tiempo.