Los sabores del Quijote y toda la provincia de Ciudad Real pueden felicitarse. Desde el corazón de la meseta y llanura manchega, al lado del mayor viñedo de Europa; Donde los pastos frescos en primavera y otoño dan a la leche de oveja su especial característica para conseguir el mejor queso del mundo; Donde los austeros e intensos sabores de la gastronomía de la mancha en el Quijote se trasmiten de generación en generación permaneciendo casi inalterables; Desde ahí, desde ese mismo lugar, ha subido al firmamento Michelin, reconocimiento a la excelencia gastronómica, un empresario y chef manchego para convertirse en estrella y situar a Torrenueva y a la provincia de Ciudad Real en el universo gastronómico. Bienvenida. La luz con que brilla permitirá mostrar el camino de llegada a Ciudad Real a todos los amantes en el mundo de la guía turística. Ojala que el premio y reconocimiento, además de aportar valor a la provincia, sirva de ejemplo para que otros muchos jóvenes, en la gastronomía, viticultura, etc., quieran seguir el mismo camino hasta lograr alcanzar con su mano el cielo del éxito.
Pero dejando a un lado la retorica y las metáforas, que pueden hacerme irreconocible, la provincia necesita de emprendedores que vean en nuestros recursos naturales una fuente de inspiración para nuevos proyectos turísticos y para ello hay que poner las bases. Hay que creer en las posibilidades que tiene. Hay que trazar planes a medio y largo plazo que contribuyan al desarrollo del sector turístico y hay que realizar inversiones, de forma ordenada, para conseguir dotar a la provincia de las estructuras necesarias para competir en un mercado nacional e internacional.
El turismo es la palabra mágica con que se llenan la boca la mayoría de los políticos paras darnos mensualmente datos de incremento en el número de viajeros y turistas de la Región. Datos que sin embargo contrastan con los de los empresarios del ramo que se quejan de falta de rentabilidad. El turismo es el recurso fácil donde apoyarse para decir que la provincia dejara de vaciarse. No obstante, afirmo con rotundidad, nadie apuesta por unas estructuras solidas que vayan más allá de los visitantes de ida y vuelta en el día. Aunque estos últimos también suman. Como muestra de ello tres botones, uno en cada ámbito: regional, provincial y local.
En el regional. Como se puede creer en el turismo si la propia Universidad de CLM no ha creado un grado para especializar a los jóvenes en esta materia. Desde hace más de diez años se está pendiente de este grado en Toledo y Cuenca y si embargo inventamos nuevas titulaciones para mantener estructuras universitarias obsoletas que son refugio de elefantes. Si no creamos especialistas en turismo no tendremos emprendedores en esta materia y no verán en los recursos naturales de CLM una oportunidad.
Descendiendo al ámbito provincial, por seguir con otro ejemplo. Es una verdadera pena disponer de un recurso propio como la Finca Galiana y no explotarlo adecuadamente. Una casa del S. XII, en un enclave histórico, alojamiento de reyes, situada entres dos parques nacionales, al lado de un aeropuerto internacional con aviación ejecutiva, a escasos km de una estación AVE que conecta con toda España, entre las fincas más importantes del país que son explotadas en el segmento del lujo, con capacidad para desarrollar proyectos de turismo y naturaleza y sin embargo no aportar valor alguno al sector en la provincia. Infrautilizada.
Y para terminar en el ámbito local, el ultimo botón, aunque este es solo una pequeñísima muestra. No se puede tener vacio y sin proyecto un edifico construido en el Siglo XV, antiguo convento de las Terreras de Ciudad Real, desacralizado al culto y cerrado incluso al disfrute de los ciudadanos desde el año 2008, con capacidad para albergar un hotel de cinco estrellas, construir un parador nacional, o realizar cualquier otro proyecto que aporte a la ciudad un lugar donde alojarse y que pueda ser un destino en sí mismo.
Además de estos tres hay más ejemplos, muchos más. Para poder avanzar, en este, como en cualquier otro sector, hace falta ser ambicioso, creer en tus posibilidades, dejar de ser cortoplacista y sobre todo planificar e invertir. El cielo no se gana solo con titulares de prensa.