Veintidós años hace del realojo de los vecinos de la barriada de Vistalegre a la nueva barriada en la zona de Pio XII y dieciséis de su demolición. Que entrase la piqueta en el año 2001 a demoler las 200 viviendas, de 30 m2 y de ínfima calidad, fue todo un alivio para la conciencia de la ciudad, quizás el mismo alivio que supuso su construcción en 1958, sobre un arrabal, para realojar a las familias que vivían en chozas y chabolas. Aun quedan como testigos de lo que fue el barrio la Comunidad Religiosa de Franciscanas.
Hace doce años la JJCC convoco un concurso público arquitectónico para construir el nuevo barrio, parecía que se verían colmadas las esperanzas del promotor del realojo de la vieja barriada y que darían fruto los múltiples viajes a Toledo, pero no fue así. El concurso fue objeto de interés por cientos de arquitectos de toda España que presentaron sus propuestas, tuvo sus inconvenientes urbanísticos de adaptación al PGOU, pero se solucionaron, se repartieron los premios, incluso se edito un libro que recogía la solución arquitectónica y doce años después Ciudad Real sigue reclamado la construcción y remodelación de la zona.
Cuatro Gobiernos Regionales del PSOE y PP. Tres Corporaciones municipales distintas, Gil Ortega, Rosa Romero, Pilar Zamora, y el solar sigue en el mismo sitio y nadie soluciona los problemas administrativos para construir las 211 viviendas y reordenar el antiguo barrio de Vistalegre. Dos empresas municipales cuyo objeto social era la construcción y promoción de viviendas, con equipos técnicos y concejales liberados, y nadie ha dado la solución al desbloqueo de esta nueva barriada y reordenación de la entrada a la ciudad. En la actualidad se dan unas circunstancias especiales, todas las administraciones competentes son del mismo color político, si el problema no se desbloquea ahora quizás dure otros veinte años mas.
Una situación similar a la del 1958 cuando se construyo el Padre Ayala se da en estos momentos en la capital en la Barriada de San Martin de Porres, es decir, 60 años después, la ciudad sigue teniendo los mismos problemas pero trasladados de zona. La desidia de sucesivos gobiernos municipales del PP, en los últimos veinte años, desde que se construyo el barrio, ha permitido que se cree un espacio donde las chabolas superan en número y extensión a las viviendas construidas en su momento. Sin lugar a dudas la zona de San Martin de Porres es el espacio más degradado de la ciudad, y lo peor de todo, continúa creciendo y deteriorándose aun más cada día porque no existe control municipal alguno sobre la zona.
Ciudad Real capital tiene problemas que parecen irresolubles y permanentes, pasan los años y no se mueven, caen en una maraña burocrática que nos permite hablar de ellos de forma periódica, para indicar tal o cual problema, pero que en definitiva no es otra cosa que la justificación de porque no se ha resuelto. En próximos días se realizara la presentación de un nuevo plan estratégico “Ciudad Real 2025”, un catalogo de intenciones que recogerá la idea de ciudad y las líneas estratégicas del actual equipo de gobierno, algo necesario y oportuno para marcar los objetivos, eso sí, después de las estrategias es necesario definir con que recursos se contara para llevarlos a efecto y cuales serán la táctica y pasos a seguir, no sería bueno quedarse en el mismo plano que el plan estratégico anterior “Ciudad Real 2015”
Hoy día el marketing político es fundamental en todos los equipos para comunicar a los ciudadanos, pero también se tiene que saber usar otras herramientas que gozan de poder para gestionar como, la dirección y el control, las potestades administrativas, la negociación, siempre dentro de los límites permitidos, incluso la expropiación si es necesario, para resolver problemas de interés general. Un alcalde cuando defiende los proyectos de su ciudad, y a sus vecinos, no tiene amigos ni color político, no valen las cartas a las administraciones, hay que cogerse la cartera debajo del brazo e irse a visitar los despachos para solucionar en persona los problemas….., que te tengan que decir que no mirándote a la cara. Se ha de ser consciente de que el transcurso del tiempo no resuelve los problemas.