En el pacto PSOE –CS se ha producido el “abrazo aristocrático” y que a diferencia del “abrazo del oso”, que te mata, consiste en abrazar como propios los criterios y postulados que previamente criticaste. Así decía, textualmente, el punto segundo del acuerdo de gobierno de PSOE – CS para formar el gobierno local y pactar la alternancia de dos años cada uno en la alcaldía: “Efectuar una Auditoría general de procesos en el Ayuntamiento. Los ciudadanos de Ciudad Real se merecen un Ayuntamiento eficiente y eficaz, debiendo mejorar su funcionamiento y eliminando gastos innecesarios. Esta medida deberá ser acometida en los 100 primeros días de gobierno”.
Pero pasaron los primeros cien días y no aparece ni rastro, de esta medida estrella, en las presentaciones que ambos equipos, por cierto conjuntamente, realizan de esta primera etapa donde se marcan las diferencias. Ni rastro siquiera de una comisión conjunta de evaluación y análisis de los procesos actuales ó al menos de un expediente de contratación externa para iniciar dichas auditorias. Todo ha resultado más de lo mismo, los funcionarios y las empresas contratadas de prestación de servicios siguen realizando la misma mecánica, con las mismas funciones y con los mismos resultados. Cuando se incluye una medida de ese calado en los programas y pactos de los partidos que gobiernan, con la mención expresa de resolverlo en los primeros cien días de gestión, lo menos que se puede hacer es dar cuenta de ello. Es más, nadie ha sugerido, para intentar justificarse por parte de CS, que está por lo menos en estudio o en preparación.
Personalmente interpreto el punto dos del pacto CS – PSOE como una auditoria de los procedimientos establecidos para gestionar el ayuntamiento en cada una de sus áreas de trabajo, para detectar los puntos críticos y mejorar la eficiencia de la gestión municipal en los distintos servicios: gestión tributaria, recaudación, recursos humanos, urbanismo, licencias de obra, licencias de ocupación de la vía pública, servicios de mantenimiento de las vías públicas, jardines, aguas, electricidad, seguridad, colegios, limpieza, etc, etc. Porque como dice el punto dos literalmente “debiendo mejorar su funcionamiento y eliminando gastos innecesarios”
Lo de pedir y hablar de auditorías es recurrente cada legislatura, lo hacía el PSOE en el año 2015 cuando formo gobierno con Ganemos, en relación a la gestión de la etapa anterior del PP, y lo exige CS en 2019 en su pacto previo con el PSOE. Todos coinciden en el motivo: para conocer el resultado de las etapas precedentes.
En la legislatura anterior la discusión vino de la mano de si había que realizar una auditoría privada o un informe de gestión elaborado por los propios servicios económicos del Ayuntamiento, al final prospero el informe de gestión de los propios técnicos municipales. En la actual legislatura no hay siquiera discusión, simplemente no se ha realizado el informe. Es más, creo sinceramente que no es necesaria una auditoria económica. Como tampoco creo que CS, en su punto segundo, se refiriese a una auditoria en términos de verificación y control de la contabilidad municipal porque planease duda alguna sobre los anteriores gestores. NO. En absoluto. En fin, cien días es muy poco para cumplir ningún compromiso, pero si son suficiente para ver hacia donde se inclinan las propuestas municipales. Todo apunta a que falta conexión entre los dos grupos que forman la coalición de gobierno. La presentación del balance de los primeros cien días, que debió de realizarse sobre los cuarenta y dos puntos comunes, que forman el pacto de gobierno y que son un programa de mínimos está lejos de las expectativas creadas para justificar el pacto de gobierno. Demasiada literatura en la rueda de prensa para trasladar al futuro los primeros resultados que resulten tangibles.