Señoría podía haber obviado la pantomima de la venta del aeropuerto y haber realizado una subastilla para ver quien quería quedarse con los derechos de venta y embolsarse una comisión por la intermediación. Si hace eso seguro que hubiese encontrado más y mejores postores para la reventa. En definitiva, es lo que está haciendo CRIA, con sus bendiciones en forma de autos y providencias, y en perjuicio de acreedores y de la infraestructura.
A la vista de los resultados y noticias queda patente que esta empresa nunca ha querido comprar el aeropuerto y solo ha pretendido especular. Nunca ha sido solvente y no debió de ser adjudicataria, ni siquiera provisionalmente. No reunía los requisitos económicos desde el primer momento y lo demostró a la hora de poner el aval. Veintitrés meses se ha prorrogado el pago siempre con alguna excusa. Igualmente queda patente que la empresa no tiene un plan de negocio para reflotar la infraestructura y PONER EN FUNCIONAMIENTO EL AEROPUERTO. Lo único que ha pretendido ha sido encontrar un inversor a quien vender su opción de compra llevándose si puede una sabrosa comisión de intermediación. Es más, en los últimos meses solo con recuperar el aval se conforma. Pero ni eso ha sabido hacer en estos dos años de gracia concedidos por su Señoría.
Después de ocho años de concurso de acreedores y el anuncio de sucesivas compras del aeropuerto, unas ficticias y otras en fraude, ahora toca estudiar una prorroga más a la empresa que se le adjudico en mayo del año 2016 y que no ha cumplido con lo estipulado. Se acumulan ya más de veintitrés meses de retraso. Primero fueron las escrituras, después el registro, luego la transferencia económica y ahora un nuevo plazo encubierto. Pero da lo mismo, todo se resuelve con una nueva providencia o un nuevo auto que permita, al actual adjudicatario provisional, seguir dilatando los plazos y no hacer el pago a que está obligado.
Es muy posible que después de estos ocho años Su Señoría estime, al ponderar los riesgos de un nuevo plazo, que es preferible otorgar quince días más y encomendarse a San Judas Tadeo que acabar con la agonía de la actual empresa mediante un auto que ponga fin a la adjudicación provisional por incumplimiento repetido de sus obligaciones. No confunda su Señoría lo que es una operación de venta con una operación simple de intermediación, por mucho aval que les solicite. Recuerde los intentos de negociación, siempre fallidos, por la administración concursal y de un esperpéntico procedimiento donde la venta se pudo consumar por DIEZ MIL EUROS.
Los administradores implicaron a Su Señoría para que motivase su auto anterior e hiciera suyas las manifestaciones panfletarias de la oferta de compra que ellos avalaron con su informe. Cientos de millones de inversión. Miles de puestos de trabajo. Apertura inmediata. Conservación de licencias, etc… Y ahora Su Señoría les solicita informe, conjuntamente con la empresa concursada, para una nueva prórroga. Señoría, ambas partes, administradores y representación legal, ganan dinero con alargar el proceso. Además, ha quedado patente durante los últimos veintitrés meses el grado de acercamiento y sintonía entre la empresa adjudicataria, administradores concursales y representación legal. Sin olvidarnos de la colaboración necesaria de otras administraciones.
Los administradores perdieron las licencias del aeropuerto. Nunca trabajaron en mantenerlas y menos en recuperarlas. La adjudicación provisional realizada en mayo de 2016 solo sirvió para intentar blanquear su imagen. Este nuevo auto supone un nuevo varapalo a la imagen del procedimiento concursal y del propio juzgado de lo mercantil de Ciudad Real que resta credibilidad a futuras acciones de venta del aeropuerto y sigue restándole valor. Quizás también su Señoría debía de haber ponderado que anular todo este procedimiento de adjudicación provisional, negociado e irregular en su forma, poniendo firme a la actual empresa nos hubiese devuelto el prestigio nacional e internacional perdido en estos ocho años de concurso. Esta es la última oportunidad para hacer algo realmente importante para salvaguardar la infraestructura y si me apura el prestigio de todos nosotros. Señoría muchos pensamos que para este viaje de especulación no hacían falta estas alforjas. Existen otras formas y modelos para mantener y reflotar el aeropuerto. Mucha gente puede colaborar con su Señoría en salvar la infraestructura.