La celebración desde hace dos años de estos eventos en los lugares propios y originarios de la gastronomía, de donde son naturales los platos elaborados o las viandas presentadas, es una celebración festiva en la localidad donde llega la caravana de los “Sabores del Quijote” pero resulta insuficiente. La Instalación de una carpa, la celebración de actividades con los más pequeños, la degustación de platos típicos o la comida popular, las conferencias o la proyección de videos, etc. es importante para trasmitir a los lugareños el valor de su cocina y que aprendan a protegerla pero insuficiente para colocar este valor inmaterial en el lugar que corresponde para que reporte beneficios económicos y empresariales.
El nombre de la actividad y de la campaña “sabores del Quijote”, evoca la relación entre las tierras de la mancha y la mesa, es una idea excelente de promoción de este intangible turístico que es la gastronomía manchega. La Diputación ha sabido captar perfectamente en una sola frase todo el valor inmaterial que tiene la cocina y que se ha ido trasmitiendo de generación en generación. Es para felicitarse. La exaltación de los platos típicos del lugar, donde se celebra la actividad produce una dulce sensación entre los vecinos de la localidad porque alabar su gastronomía y resaltar las cualidades de su cocina tradicional es un reconocimiento a su forma ser, a su manera de vivir, porque se convierte en un honor personal y colectivo. Nada gusta mas en los pueblos durante sus fiestas populares y romerías que celebrarlo con la degustación de los platos típicos para ofrecerlo como presente a los visitantes. Ahora bien, toda esta notoriedad y el buen acogimiento por parte de los vecinos, de estos fines de semana gastronómicos, que tienen la culminación en una masiva comida popular el domingo por la mañana no puede ser la única promoción de este intangible turístico que es la gastronomía del Quijote y de las tierras de la Mancha.
La actividad resulta perfecta para fomentar otros intereses y el reconocimiento vecinal a la labor municipal o provincial pero insuficiente para una proyección nacional e internacional gastronómica necesaria que pueda quedar asociada al turismo. Estos fines de semana gastronómicos son una promoción endogámica de nuestras tradiciones culturales. Si la promoción no la llevamos fuera de nuestras fronteras provinciales, lanzándola hacia el exterior, nacional e internacionalmente, para generar e inducir demanda no sirve de nada.
El objetivo estratégico de la Diputación Provincial al celebrar estas jornadas ha de ser mucho más ambicioso y profesional. El reconocimiento de lo propio está muy bien pero necesitamos objetivos, planes de acción y planes específicos de promoción, para que el reconocimiento sea por parte de terceros. No tenemos ningún restaurante de reconocido prestigio nacional y/o internacional que avale nuestra gastronomía. No fomentamos las escuelas gastronómicas en la provincia que trasmitan los conocimientos e innoven en nuestra cocina tradicional. No tenemos campañas de promoción externa más allá de nuestras fronteras provinciales que las realizadas por La JJ.CC donde Toledo y Cuenca se llevan siempre todo el protagonismo. La función principal de la Institución Provincial y de los respectivos Ayuntamientos que participan en esta actividad de “sabores del Quijote” debe ser la de potenciar este sector turístico y generar riqueza.
Las nuevas formas de comercialización del turismo obligan a plantearse otros modelos de promoción alejados de este formato de autobombo y complacencia tan endogámico. Ciudad Real y Puertollano son una puerta de entrada que nos comunica con los mercados potenciales de millones de turistas, no obstante la falta de una oferta comercial, completa, que contemple conjuntamente visitas, alojamientos, restauración, transporte, etc. es una barrera para el desarrollo turístico y económico de la provincia. El carácter disperso, diverso, y heterogéneo que conforman los recursos de la provincia, tanto públicos como privados, requieren de una organización profesional que coordine los distintos eslabones de la cadena de promoción turística para una eficaz comercialización del turismo provincial.