Durante la semana pasada Ciudad Real ha tenido un servicio extraordinario de autobuses urbanos para la pseudo Feria de Abril de Sevilla montando un transporte al público asistente entre las 21:00 y las 04:30 horas de la madrugada. Igualmente en la información también se incluye la autorización de una parada de Taxis. Todo un despliegue de medios públicos a petición de una asociación de vecinos que organiza una feria fuera de su barrio, en un polígono industrial, y dirigida a toda la ciudad y provincia.
No parece muy apropiado que esta decisión política de prestar servicios públicos de autobuses y taxis a los asistentes a la pseudo feria de abril sevillana se pueda encuadrar dentro de las atenciones y sensibilidad que el Ayuntamiento tiene frente a las demandas de las asociaciones de vecinos. De ser así, que el servicio extraordinario de autobuses y taxis se ha otorgado por petición de la asociación, indica que en las decisiones de los regidores responsables no existe la misma “vara de medir” a la hora de atender las demandas vecinales.
Desde hace años están presentadas peticiones de transporte público para otros barrios donde se solicita servicio de autobuses en horario diurno para atender las necesidades de los vecinos que viven en el mismo. Personas mayores que tienen que ir a médicos y hospitales, así como niños y jóvenes en edad escolar que van al instituto o al colegio, etc. En algunos casos tienen que desplazarse mas de un kilometro, hasta la parada mas próxima, para coger el autobús y contar con un servicio de transporte público que consideran obligado y les permita tener comunicación con el resto de la ciudad. A peticiones como esta se ha hecho oídos sordos por el Ayuntamiento e incluso en alguna reunión se ha manifestado que prolongar una línea supone aumentar el déficit y presupuesto municipal, que hay que pagar a la empresa concesionaria y no compensa con el número de usuarios.
Con la decisión tomada por el Ayuntamiento todo indica que estamos ante una subvención encubierta a la actividad lúdica y festiva que organiza esta asociación vecinal y que nada tiene que ver con las actividades propias de una asociación de barrio. El servicio extraordinario de autobuses está dirigido a asegurar la asistencia de público a la pseudo feria y garantizar el éxito de los feriantes allí instalados. Todo lo demás suena a justificación. En lo referente al servicio de taxis la concejalía de movilidad y transporte se habrá visto obligada a establecer una parada que compense el malestar producido, entre el colectivo autónomo de taxistas, por el daño económico que les pueda causar el detraer posibles y potenciales clientes durante esas horas de la noche.
NO parece, a la vista de los hechos, que exista mucha coordinación entre la concejalía de participación ciudadana, receptora de las peticiones de las asociaciones de vecinos, la concejalía de festejos, la concejalia de barrios y pedanías promotora de la pseudo feria de abril y la concejalía de movilidad encargada de los transportes públicos. Porque de lo contrario resulta muy difícil de explicar a unos vecinos que existe presupuesto municipal para enviar autobuses a la feria de abril y no existe para que los ciudadanos, que NO gozan de este servicio pero pagan sus impuestos, puedan desplazarse en su vida diaria y cotidiana en los transportes públicos.
Es de entender que puede haber decisiones políticas tentadoras, tomadas exclusivamente en base a la rentabilidad política inmediata. Eso es una cosa, pero la coherencia en la prestación de los servicios básicos a la comunidad debe estar por delante de cualquier tentación de los concejales de turno.
En buena lógica y puesto que no se trata de una actividad altruista y gratuita organizada por esta asociación de vecinos en su barrio, ni por el propio ayuntamiento, existiendo un arrendamiento encubierto de espacios públicos que han sido cedidos gratuitamente, los organizadores deberían de pagar por la ocupación de la vía pública, o en todo caso disponer de un convenio firmado entre La Asociación y Ayuntamiento que motive y justifique la exención de las tasas por ocupación y por la prestación de servicios públicos de transporte, seguridad policial, etc. Cualquier otra forma de proceder es restar impuestos al municipio y aplicar una doble “vara de medir” en las demandas vecinales.