En ciudad Real quienes tienen limitada su capacidad técnica para facilitar a las personas el acceso NO son los autobuses, son las paradas de autobús.
Los autobuses de Ciudad Real plantean un problema de accesibilidad para las personas con movilidad reducida y todo podría parecer que son los autobuses quienes tienen limitada su capacidad. Pues no. Son las paradas las que impiden que los ciudadanos que presentan problemas de discapacidad puedan tener un adecuado acceso al autobús. Desde hace varios años se estudia por parte de la EDUSI la accesibilidad en el transporte público de la ciudad, es mas, el concejal de urbanismo lo ha presentado varias veces pero ha transcurrido el tiempo y continúan los problemas de acceso al transporte público para ancianos, personas en sillas de ruedas y también para las que tienen una capacidad de movilidad reducida pero conservan parte de autonomía.
El ciudadano que espera al autobús le dice al conductor que le permita acceder por la puerta adaptada del vehículo y que le ponga la rampa y en la mayoría de los casos el conductor contesta que no es posible. La casuística es múltiple. En unos casos porque la rampa queda en el aire al no poder acercarse el autobús hasta la línea de la parada. Si la rampa queda en el aire corre el riesgo de romperse porque no soporta el peso de la silla de ruedas y de la persona y eso supone un autobús parado varios días sin trabajar. Además la empresa no puede hacer circular vehículos que no estén adaptados. En otros casos porque la rampa roza con la acera y no permite desplegarse porque también puede averiarse. En muchas ocasiones porque la parada esta desplazada hacia el interior y el autobús no puede maniobrar para acercarse a la parada al tener vehículos aparcados. También en algunos casos se plantea el dilema de que si una anciano, que no va en silla de ruedas, accede por una puerta que no es la habitual si se cae pueda exigir responsabilidad a la empresa concesionaria. Incluso porque no, los conductores tienen el tiempo tasado para realizar el recorrido y si pierden un minuto y medio adicional en estas maniobras de acceso se pierde la frecuencia.
Das lo mismo la razón por la que el autobús no despliegue la rampa de acceso, el caso es que los autobuses están preparados y las paradas de autobús no lo están. El caso es que proclamamos a los cuatro vientos la accesibilidad y sin embargo no la facilitamos. Es estupendo ver la página web del Ayuntamiento con una comisión de accesibilidad ubicada en el área e urbanismo que incluso tiene un diseño de cómo deben ser las paradas de autobús para ser accesibles y sin embargo en Ciudad Real salvo excepciones, como las paradas del Hospital General, el transporte público no es accesible para todos los ciudadanos.
La dificultad es la misma para las personas que van en andador o en silla de ruedas como para las que llevan muletas y conservan parte de su movilidad e independencia. No pueden acceder al autobús por la puerta habitual de entrada dada la altura que presenta. Por todo ello podemos decir en este caso que son los vehículos de transporte público los que tienen limitada su movilidad y accesibilidad consecuencia del urbanismo y el diseño de las paradas de autobús que tiene la ciudad.
No son comprensibles las razones de la empresa concesionarias, los conductores cumplirán con las órdenes y criterios que les marquen, para no atender las peticiones de accesibilidad aun corriendo el riesgo de una posible avería y tampoco es comprensible que las paradas de autobuses lleven esperando su acondicionamiento desde hace años. La ciudad necesita de una coordinación, además de resolver los problemas de accesibilidad de las paradas de autobús, que contemple conjuntamente las actuaciones de urbanismo, movilidad, accesibilidad, seguridad vial, zona azul, zonas peatonales, aparcamientos minusválidos, carga y descarga, etc. que determine las zonas y aéreas de circulación peatonal exclusiva y de circulación restringida solo para los transportes público.
La ciudad debe transformarse y orientarse totalmente hacia el peatón en toda su zona centro y mantener un área de circulación restringida en zonas colindantes. La accesibilidad y la movilidad pueden ser conceptos que den mucho juego mediático de forma aislada y por separado pero lo que se necesita es transformar el actual modelo de ciudad.