Solo desde el liderazgo se resuelven asuntos enquistados por trabas administrativas y burocráticas como el caso de los edificios sin uso o abandonados que tiene la ciudad. En ocasiones los problemas estarán con el Gobierno Central, con la Junta de Comunidades, con la empresa pública Adif, con la Universidad, con el Obispado, con Diputación, con entidades financieras, con empresas constructoras o con propietarios particulares. Da lo mismo. Un alcalde debe gestionar y liderar propuestas y alternativas. Unas veces la gestión será por la propiedad, otras por la realización del proyecto o convenio y otras por la financiación y pago. Ciudad Real necesita enfrentarse al estado de abandono, falta de uso y decadencia de muchos edificios públicos pero también de promociones privadas de viviendas cerradas y abandonadas sin utilidad práctica alguna. (Camino de la Guija, Paseo de la universidad, etc.).
Recientemente un ex arquitecto municipal publicaba una relación de once edificios con más de ochenta mil metros construidos que se encuentran cerrados o en estado de abandono. Se quedaba corto en su apreciación porque en su lista faltaban edificios y promociones privadas que representan también muchos metros cuadrados. De agradecer el listado y la apreciación técnica. No obstante lo que Ciudad Real necesita es acometer y enfrentarse a los problemas que tiene cada edifico abandonado. Además tiene que hacerlo desde una perspectiva económica distinta a la de reconvertirlos en espacios públicos para servicios. Imposible que la administración local pueda abordar el mantenimiento y uso de todos ellos. Se tiene que buscar una solución de utilidad económicamente viable.
Cualquier fórmula que tenga una alternativa para el uso y explotación comercial es valida. La colaboración publica privada, la concesión de espacios y edificios a largo plazo, el alquiler, la venta o la cesión de uso, la creación de consorcios, fundaciones, sociedades mixtas, mecenazgo de empresas privadas que destinen fondos a RSC. Espacios alternativos para empresas y organizaciones hoteleras, residencias geriátricas, espacios culturales, etc.
Como ejemplo un botón de muestra: Reconvertir los antiguos silos del trigo en un espacio gastronómico y enológico donde la cocina tradicional, incluido vinos y quesos, sea un reclamo para viajeros y visitantes los fines de semana. Un espacio a comercializar como viaje de jornada, expresamente para visitar la ciudad, al estilo de lo que hace Valladolid con Madrid. En Valladolid un conjunto de empresarios atienden espacios vitivinícolas, gastronómicos, etc. en torno al AVE y donde cuentan además con la participación de la Diputación. Otra alternativa para el mismo conjunto de edificios, silos del trigo, podría ser la dedicación a centro de artesanía provincial donde los artesanos autónomos cuenten con espacio propio para talleres y venta de sus productos en un edificio singular. Gastronomía y artesanía son buenos atributos en los viajes de jornada o de fin de semana. Son un aliciente en la compra del destino.
La reconversión de los edificios en espacios de carácter turístico, gastronómico o artesanal, permite que sean sostenibles en el tiempo por sus usuarios, a la vez que prestan servicio y contribuyen a la economía creando empleo.
Un programa de promoción en el resto de España de nuestra artesanía y gastronomía, aprovechando las conexiones AVE, generaría entradas a la ciudad. NO sirve solo con lavarle la cara al edificio y pintarlo (Plan de modernización 2025) ni tampoco organizar un concurso de ideas entre los ciudadanos para preguntar que tienen que albergar los edificios abandonados. (Como se está haciendo con el antiguo edificio de Cruz Roja). Se trata de establecer un plan de trabajo y de gestión para ponerlos en valor. Esa debería ser la meta y objetivos del concejal de promoción económica de Ciudad Real y no haber perdido el tiempo durante tres años en hacer de intermediario de alquileres de locales y parcelas de suelo industrial sin edificar.
Desde el ayuntamiento se debe ejercer la gestión directa de aquello que le corresponde a su patrimonio pero también debe ser el promotor de iniciativas que sirvan para crear actividades económicas y empresariales que generen riqueza. Experiencia, gestión y liderazgo es la clave.