El Polígono Oretania. (I) Ahora o nunca.

Feliz Navidad. La ciudad luce fantásticamente durante estos días. Una iluminación que anima a pasear y a visitarla. ·2023 se despide con dos adjudicaciones importantes, pendientes durante décadas, la pasarela de Miguelturra y El Polígono Industrial Oretania. Ambas ligadas a Miguelturra o rozándola, lo cual pone de manifiesto, una vez más, para quienes son remisos, en la necesidad de abordar el futuro común de ambas localidades sin dejarlo demasiado.

Con el Polígono Oretania llega la oportunidad de ordenación industrial de la ciudad en materia urbana. Ahora o nunca. El nuevo polígono ofrece la posibilidad de poner fin a la caótica situación industrial de la Carretera de Carrión, a la desaparición definitiva de los restos del polígono de la Carretera de Toledo, y, además, iniciar el desmantelamiento del Polígono de Larache.

Después de veintiún años de espera en las próximas semanas arrancan las obras de construcción del nuevo polígono de empresas situado en la Carretera de Carrión limítrofe con el término municipal de Miguelturra y junto a la A43 con una edificabilidad de más de 507.000m2.

Imagino, que se habrán actualizado los estudios de demanda porque las necesidades de suelo de la ciudad no deben de parecerse, en nada, dos décadas después. En octubre de 2002, siendo alcalde Gil Ortega, se firma el convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y SEPES, luego pasarían por la alcaldía, de 2007 a 2015, Rosa Romero, de 2015 a 2023, Pilar Zamora y ahora Paco Cañizares. Seis corporaciones, en distintas legislaturas municipales, y cuatro alcaldes han sido necesarias para iniciar las obras de urbanización de un polígono industrial con más expectativas políticas que empresas reales.

Nunca salieron del cajón, por lo menos no se mostraron públicamente, las empresas demandantes de suelo que justificaron el nuevo polígono. Debían de ser peticiones demasiado efímeras, fantasmas, las llame en algún momento, como lo demostró después la oferta pública de suelo por parte de SEPES para iniciar las obras y que quedó desierta. En fin, la pugna no era por traer empresas sino por construir. Craso error. Aun, a día de hoy, pugnan algunas portavoces por apuntarse el tanto político de la construcción, de la inversión, pero nadie dice cuáles son las empresas que estaban esperando para instalarse.

El problema de Ciudad Real Para la creación de nuevas empresas no es la oferta de suelo. En absoluto. A la capital le falta una política económica de promoción que defina otros muchos atributos económicos, fiscales, laborales, tecnológicos, de transporte, de comunicación, de alojamiento, de educación, etc., frente a otros municipios de la región, antes que m2. Eso sí, es necesaria una política económica similar al de otras provincias, y, que, además, cuente con el necesario e imprescindible apoyo del Gobierno Regional que es quien tiene la capacidad de gestión final en el caso de grandes empresas.

El polígono Oretania, inicia su andadura con la compra directa por parte del Ayuntamiento de una parcela de más de 50.000m2 al precio de 87 euros metro cuadrado para que SEPES pueda iniciar las obras de urbanización. Es decir, el Ayuntamiento pagara la cantidad de 4.350.000.- euros, comprometidos por la Corporación anterior, por un suelo que aún no sabe muy bien a qué va a destinarse. No obstante, lo que, si existía en el 2002, y en la actualidad, en 2023, resulta aún más necesario, es la necesidad de suelo para ordenar los dispersos polígonos industriales, reconvirtiendo aquellos que se han quedado en el centro urbano entre las áreas de servicios más importantes de la capital como son: el hospital y los juzgados.

Es el momento de una operación valiente por parte del Ayuntamiento, por supuesto negociada hasta donde sea necesario, pero también con las herramientas jurídicas y urbanísticas que la ley pone a disposición de la Administración Local, para eliminar el actual Polígono Larache, sacando del centro de la ciudad las escasas naves industriales que mantienen actividad y trasladándolas al nuevo polígono Oretania. Los 87 euros m2 del nuevo suelo en el Polígono Oretania no suponen una dificultad para la compra de una parcela y la construcción de una nave entre quienes obtendrán plusvalías con la venta de la que tienen actualmente en el Polígono Larache. Es más, se generarían posiblemente beneficios extraordinarios.

Del suelo total del nuevo polígono Oretania 190.000 m2 se destinará a industria escaparate, 354.000m2 a parcelas aisladas, 60.000m2 a industrias adosadas y/o pareadas, muy similares a las que tienen los polígonos actuales de Larache y Carretera de Carrión, y el resto, otros 60.000m2 a empresas de venta al por menor o terciario comercial.

Otra actuación necesaria, igualmente, a rebufo del nuevo polígono, tiene que ser la ordenación de la actual Carretera de Carrión. Es necesario conectar los tres polígonos, el del AVE, el nuevo Oretania y el viejo de la Carretera de Carrión, este último plagado de industria que quieren ser de escaparate pero que no reúnen las condiciones de accesibilidad peatonal y de vehículos.

poner fin a la caótica situación industrial de la Carretera de Carrión, a la desaparición definitiva de los restos del polígono de la Carretera de Toledo, y, además, iniciar el desmantelamiento del Polígono de Larache.

Después de veintiún años de espera en las próximas semanas arrancan las obras de construcción del nuevo polígono de empresas situado en la Carretera de Carrión limítrofe con el término municipal de Miguelturra y junto a la A43 con una edificabilidad de más de 507.000m2.

Imagino, que se habrán actualizado los estudios de demanda porque las necesidades de suelo de la ciudad no deben de parecerse, en nada, dos décadas después. En octubre de 2002, siendo alcalde Gil Ortega, se firma el convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y SEPES, luego pasarían por la alcaldía, de 2007 a 2015, Rosa Romero, de 2015 a 2023, Pilar Zamora y ahora Paco Cañizares. Seis corporaciones, en distintas legislaturas municipales, y cuatro alcaldes han sido necesarias para iniciar las obras de urbanización de un polígono industrial con más expectativas políticas que empresas reales.

Nunca salieron del cajón, por lo menos no se mostraron públicamente, las empresas demandantes de suelo que justificaron el nuevo polígono. Debían de ser peticiones demasiado efímeras, fantasmas, las llame en algún momento, como lo demostró después la oferta pública de suelo por parte de SEPES para iniciar las obras y que quedó desierta. En fin, la pugna no era por traer empresas sino por construir. Craso error. Aun, a día de hoy, pugnan algunas portavoces por apuntarse el tanto político de la construcción, de la inversión, pero nadie dice cuáles son las empresas que estaban esperando para instalarse.

El problema de Ciudad Real Para la creación de nuevas empresas no es la oferta de suelo. En absoluto. A la capital le falta una política económica de promoción que defina otros muchos atributos económicos, fiscales, laborales, tecnológicos, de transporte, de comunicación, de alojamiento, de educación, etc., frente a otros municipios de la región, antes que m2. Eso sí, es necesaria una política económica similar al de otras provincias, y, que, además, cuente con el necesario e imprescindible apoyo del Gobierno Regional que es quien tiene la capacidad de gestión final en el caso de grandes empresas.

El polígono Oretania, inicia su andadura con la compra directa por parte del Ayuntamiento de una parcela de más de 50.000m2 al precio de 87 euros metro cuadrado para que SEPES pueda iniciar las obras de urbanización. Es decir, el Ayuntamiento pagara la cantidad de 4.350.000.- euros, comprometidos por la Corporación anterior, por un suelo que aún no sabe muy bien a qué va a destinarse. No obstante, lo que, si existía en el 2002, y en la actualidad, en 2023, resulta aún más necesario, es la necesidad de suelo para ordenar los dispersos polígonos industriales, reconvirtiendo aquellos que se han quedado en el centro urbano entre las áreas de servicios más importantes de la capital como son: el hospital y los juzgados.

Es el momento de una operación valiente por parte del Ayuntamiento, por supuesto negociada hasta donde sea necesario, pero también con las herramientas jurídicas y urbanísticas que la ley pone a disposición de la Administración Local, para eliminar el actual Polígono Larache, sacando del centro de la ciudad las escasas naves industriales que mantienen actividad y trasladándolas al nuevo polígono Oretania. Los 87 euros m2 del nuevo suelo en el Polígono Oretania no suponen una dificultad para la compra de una parcela y la construcción de una nave entre quienes obtendrán plusvalías con la venta de la que tienen actualmente en el Polígono Larache. Es más, se generarían posiblemente beneficios extraordinarios.

Del suelo total del nuevo polígono Oretania 190.000 m2 se destinará a industria escaparate, 354.000m2 a parcelas aisladas, 60.000m2 a industrias adosadas y/o pareadas, muy similares a las que tienen los polígonos actuales de Larache y Carretera de Carrión, y el resto, otros 60.000m2 a empresas de venta al por menor o terciario comercial.

Otra actuación necesaria, igualmente, a rebufo del nuevo polígono, tiene que ser la ordenación de la actual Carretera de Carrión. Es necesario conectar los tres polígonos, el del AVE, el nuevo Oretania y el viejo de la Carretera de Carrión, este último plagado de industria que quieren ser de escaparate pero que no reúnen las condiciones de accesibilidad peatonal y de vehículos.

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