La familia, la política y Castilla La Mancha.

Castilla La mancha es muy posible que, en estos momentos, se haya convertido en la Región más amable y menos dividida socialmente por la ley de amnistía. Y todo por un importante detalle: la libertad de expresión que ha tenido García Page en el PSOE para discrepar abiertamente en medios de comunicación y dentro los cauces de participación que tiene el partido socialista.

Esa libertad de expresión ha sido como un bálsamo para la sociedad Castellano Manchega.

Mal que a muchos les pese, Castilla La Mancha ha sido ejemplo de la diversidad de opinión en toda España y eso confiere a la Región un marchamo especial como ejemplo de convivencia. Un bálsamo que ha sido visto por los adversarios políticos del PSOE como una debilidad. Ahora, el PSCLM tendrá que dirimir internamente las diferencias de opinión entre quienes lo dirigen en la Región y sus militantes, pero eso es otra cuestión. Esta Región ha sabido hablar abiertamente de la ley de amnistía y del independentismo a favor y en contra por lo menos dentro del PSOE.

En esta España actual, en apariencia dividía políticamente, no es posible que todos los militantes del PP estén en contra de la propuesta de ley para la amnistía, de la misma forma que no todos los militantes del PSOE están a favor de ella. En Castilla La Mancha el veinte por ciento del PSOE ha dicho no estar de acuerdo con la ley, incluido, en ese veinte por ciento, el Presidente de la Región y Secretario General del Partido. Y no ha pasado nada. Sánchez defendió a Page, y sus ideas, durante la sesión de investidura y García Page ha felicitado al Presidente del Gobierno por el resultado obtenido. García Page, no tengo dudas, hubiese felicitado de la misma manera a Feijoo si este hubiese sido elegido Presidente del Gobierno.

En la familia, de sangre o por afinidad, cuando hay opiniones diversas lo mejor para evitar los conflictos es no hablar de política. En muchas casas hay temas que se convierten en tabú para no crear malestar en el seno de la familia. Sucedió en Cataluña hace seis/siete años con el llamado Proceso de independentismo para no enfrentar a hermanos y sucede ahora en el resto de España con la amnistía y la separación de poderes del Estado.

Curiosamente, algo parecido ocurre en los partidos políticos cuando sus líderes tienen como premisa que el partido también es una familia política y no él instrumento de participación que da la Constitución a todos los españoles. El primer gran error, de quienes gobiernan un partido, es la ausencia de debate interno y autocritica para alcanzar acuerdos dando por hecho que todos los que militan piensan igual.

El concepto político de unanimidad de todos los militantes en relación a un asunto concreto, en este caso la amnistía, no es posible en términos de pensamiento porque entonces el partido no es representativo de la sociedad. Todo militante de un partido, al igual que todo votante, elige entre aquello que genéricamente más le representa. Pondera, los beneficios o contras, ideológicos, económicos, religiosos, políticos, etc., de la opción elegida a sabiendas que no le satisfacen en su totalidad y decide su voto. En esa ponderación es donde se produce, según el momento, la correlación de votos entre partidos.

Quienes piensen que en Castilla la Mancha están en contra de la ley de amnistía todos los votantes del PP y Vox, más los del PSOE que no votaron favorablemente en la consulta, se equivocan. O, que todos esos mismos votantes piensan que es un golpe de estado a la democracia, también se equivocan.

En la mayoría de los casos no se corresponden los discursos políticos de fondo que mueven al electorado con los eslóganes coreados ni con los grandes titulares buscados. Hay mucha más gente cabreada por no haber conseguido su partido, al que ha votado el 28M y 23J, la expectativa de gobierno prometida, que por la ley de amnistía en sí. Negar, que una parte de la movilización en la calle es consecuencia de la frustración, también es engañarse. Negar, que esta movilización social tiene también un carácter preelectoral para junio y para las siguientes elecciones autonómicas, también es engañarse.

Cuando la vida orgánica de un partido esta limitada a los procesos electorales, como es el caso del PP desde la llegada de Feijoo, pero con la base y programas políticos de su antecesor en el cargo, unido a una decepción en la formación de gobierno después del 23J, donde muchos miembros del partido ven frustrado su ideal, se crea el caldo de cultivo perfecto para justificar en la calle la falta de debate y estrategia interna. Un partido sin debate interno y autocritica deja de cumplir su papel como instrumento de participación. Es muy posible que haber tenido un simple análisis del favorable resultado del 28M para el PP y sus consecuencias postelectorales hubiese evitado la actual frustración.

Cuando los mensajes son de rencor, insultos y resentimiento frente al adversario político, algo que no sucede en términos generales en Castilla La Mancha, se genera la preocupación del ciudadano. Igualmente, la arenga al militante, con mensajes estudiados y gruesos epítetos son peligrosos para la sociedad porque convierten al militante en enemigo del adversario. Y, no hay, ni enemigos de la Patria, ni enemigos políticos, en democracia hay simplemente distintas ideas.

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