Es urgente su definición
Desde cualquier perspectiva que queramos analizar Ciudad Real, suelo industrial, comunicaciones, vivienda, transporte, universidad, comercio, etc. se hace necesario definir un nuevo modelo de ciudad. La capital ha crecido en los últimos quince años 8.000 habitantes hasta situarse en los 75.000. De esos nuevos habitantes 2.300 son extranjeros y 5.700.- nacionales. Por otro lado la provincia sigue perdiendo población. Curiosamente solo aumentan la población los pueblos del entorno de la capital como: Miguelturra, Carrion de Calatrava, Pozuelo de Calatrava y Poblete.
Expuestos lo datos así todo parece indicar que la capital es un polo de atracción al ser el municipio de la provincia que experimenta un mayor crecimiento.
La realidad sin embargo es bien distinta y por ello conviene observar donde y en que segmentos se producen los aumentos o pérdidas de población para valorar el tipo de ciudad y hacia dónde se dirige, para conocer las demandas de los ciudadanos y pensar en un nuevo modelo.
Comparando los datos de 2002 y 2017 el crecimiento de la población extranjera se experimenta en dos nacionalidades, Rumania y Marruecos, y lo hace en los tramos de edad más joven de la pirámide. El resto del crecimiento se produce en nacionales, 5.700 habitantes, pero en los tramos de mayor edad. Más en concreto, de los 5.700 habitantes que se incrementa la población nacional, 4.350 son de más de 60 años de edad, es decir, jubilados o próximos a la jubilación. Esa es la realidad del crecimiento de la capital.
Veámoslo por tramos. Primero. De 0 a 25 años, edad donde la demanda de servicios está centrada en la educación preescolar, primaria, secundaria y universidad. Este grupo decrece en un 4.9 %. Además del crecimiento negativo de este grupo se produce también una importante pérdida de población flotante por la caída de alumnos en la UCLM que afecta directamente a infraestructuras, vivienda y sector ocio. Parece evidente que en el actual modelo de ciudad este grupo de población tiene servicios excedentarios y tendrán que reconvertirse.
Segundo tramo. De 25 a 60 años, de madurez laboral y productiva (con una demanda muy concreta de servicios para la actividad económica y el trabajo) crece solo un 1.1%. En el caso de este grupo la ciudad tendrá que adaptarse para poder acceder a la sociedad de las nuevas tecnologías (infraestructuras y servicios digitales), transportes más accesible para los desplazamientos de jornada, sin olvidar el teletrabajo que será un elemento fundamental. Hoy día muchos usuarios del Ave van solo un día por semana a Madrid y trabajan desde casa. Las principales fuentes de empleo de este grupo, en la capital, son los servicios que ofrecen las distintas administraciones y el actual modelo de comercio. En la medida que el ciudadano vaya accediendo a la administración digital y al comercio electrónico se transformaran los actuales organismos oficiales y las empresas. Incluidos campos como la medicina y la universidad. Desaparecerán muchos de los puestos de trabajo actuales.
Existirá mas demanda de ocio y cultura y se necesitaran nuevos y distintos espacios deportivos. El crecimiento en población de los municipios colindantes hace pensar también que el POM de Ciudad Real capital no satisface las demandas actuales en materia de vivienda.
Tercer tramo. De más de 60 años, final de la etapa laboral y comienzo de la jubilación, su crecimiento es del 3,8 %. Es este grupo donde se experimenta el mayor aumento porcentual de población (donde la demanda de servicios es totalmente distinta a los anteriores). Muchas veces el aumento de población es consecuencia del traslado de residencia de los pueblos a la capital. Además este grupo seguirá creciendo en la media que vaya aumentando la longevidad. Será necesario pensar en infraestructuras geriátricas y en los modelos de vivienda y servicios que demandan estos ciudadanos, sin olvidar tampoco el parque general de viviendas de la ciudad, que disfruta y usa este colectivo, que también envejecen y necesita transformaciones.
Es urgente comenzar a definir, con la mayor participación ciudadana posible, el modelo de ciudad. Las políticas cortoplacistas, de elección en elección, solo nos traerán la ruina y decadencia. En unos casos hablamos de tendencias pero en otros casos son hechos reales y es por ello que la ciudad debe trazar los planes y estrategias para invertirlas o contrarrestarlas.